Hace un par de años, tuve la suerte de embarcarme en una aventura inolvidable a Japón junto a una amiga. Inicialmente, planeé el viaje para hacerlo sola y de forma económica, pero mi amiga se unió a la aventura unos meses después de que comprara el billete. Era mi segunda vez en Japón, y esta vez quise explorar rutas más alternativas y lugares que no pude visitar en mi primer viaje, como Hakone, el monte Fuji y las islas Okinawa.
El viaje duró 3 semanas durante el mes de junio (17 días), es cierto que es el mes de las lluvias, pero no llueve cada día y a cada momento. Solo tuve un día de lluvia torrencial en el cual me tuve que quedar en el hotel unas horas y fue en Okinawa, pero es normal, porque allí ya te encuentras en zona tropical. Además, es mejor que en julio y agosto, que hay más turismo, hace más calor y las humedad es bastante insoportable.
En aquel momento me compré el Japan RailPass de 2 semanas, porque los precios aún eran muy económicos, pero actualmente han subido los precios (Japón comenta que es debido al mantenimiento y actualización de las infraestructuras del país) y dependiendo de la ruta que hagas no tiene sentido comprarlo, sino invertir directamente en comprar los trayectos en tren. Conozco a varias personas que han ido actualmente y han hecho esto.
Qué visitar en Japón en una ruta de 17 días por este país
Japón es un destino fascinante y diverso, y nuestra ruta estuvo llena de paisajes impresionantes, experiencias culturales y deliciosa comida. A continuación, te detallo nuestro itinerario día a día para que puedas disfrutar de un viaje similar y aprovechar al máximo tu tiempo en este increíble país.
Día 1: Hakone
Hakone es conocido por sus relajantes onsens (baños termales) y sus impresionantes vistas del monte Fuji. Llegamos a Tokio y nos dirigimos directamente a Hakone. Aparte de disfrutar de los onsens, visitamos el Lago Ashi, donde se pueden hacer paseos en barco con vistas espectaculares del monte Fuji en días despejados. También tomamos el teleférico de Hakone para tener una vista panorámica de la región.
Día 2: Inatori
Inatori, en la península de Izu, es famoso por su festival de la fertilidad, conocido como el Dontsuku Matsuri. Este festival es una celebración única que incluye desfiles de falos gigantes y actuaciones de la gente del pueblo para que la cosecha de ese año sea buena. Fue una experiencia cultural fascinante, muy distinta y muy pero que muy divertida. Piensa que llevan los falos de madera en porteo, como en España llevamos las estatuas de Jesús o la Virgen María en Semana Santa. Además, la región es conocida por sus onsens y su hermosa costa.
Día 3: Monte Fuji
El monte Fuji es una de las atracciones más icónicas de Japón. Optamos por subir la ruta Fujinomiya, que es una de las rutas más populares entre los japoneses. Partimos temprano desde la estación Shin-Fuji y tomamos un bus hasta la quinta estación. Aunque la subida fue desafiante, las vistas desde la cima fueron absolutamente impresionantes y valieron cada esfuerzo.
Día 4: Kanazawa y Shirakawa-go
Kanazawa es una ciudad conocida por su bien conservado distrito de samuráis, jardines paisajísticos como Kenroku-en, y su mercado Omicho. Desde Kanazawa, hicimos una excursión a Shirakawa-go, un pueblo declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, famoso por sus casas gassho-zukuri con techos de paja. Este día estuvo lleno de historia y belleza arquitectónica.
Día 5: Kyoto
Al llegar a esta ciudad, nos quedamos a dormir unos cuantos días y fue nuestra sede para viajar diariamente a los lugares que menciono en los siguientes días.
Kyoto es una ciudad que combina lo antiguo y lo moderno a la perfección. Visitamos algunos de los templos más famosos, como el Kinkaku-ji (Pabellón Dorado) y el Fushimi Inari Taisha, conocido por sus miles de toriis rojos. También exploramos el distrito de Gion, conocido por sus geishas y casas de té tradicionales.
Día 6: Nachi Taisha
Nachi Taisha es uno de los santuarios más importantes de Japón y forma parte de la ruta de peregrinación de Kumano Kodo. La caminata hacia el santuario ofrece vistas espectaculares de la cascada Nachi, la más alta de Japón. Decidimos pasar la noche en la zona para explorar más a fondo la naturaleza circundante y disfrutar de la serenidad del lugar.
Día 7: Nara
Nara es famosa por su gran parque donde los ciervos deambulan libremente y por el Todai-ji, un templo que alberga una de las estatuas de Buda más grandes del mundo. Pasamos el día alimentando a los ciervos y explorando los numerosos templos y santuarios que Nara tiene para ofrecer.
Día 8: Osaka
Osaka es una ciudad vibrante conocida por su vida nocturna y su comida deliciosa. Visitamos el castillo de Osaka y el distrito de Dotonbori, famoso por sus luces de neón y su variedad de restaurantes. Probamos el takoyaki (bolas de pulpo) y el okonomiyaki (una especie de tortilla japonesa) que son especialidades locales. También comimos en un restaurante especializado pez globo, un pez que si no cortas correctamente tiene un veneno muy potente que puede resultar mortal.
Día 9: Kyoto
Este fue nuestro último día de dormir en Kyoto y volvimos a dedicar el día a visitar esta ciudad milenaria, que fue capital del país durante cientos de años, antes de Tokyo.
Este día lo dedicamos a visitar el Arashiyama Bamboo Grove, un lugar mágico con altos bambús que crean un ambiente de cuento de hadas. En mi anterior viaje a Japón no lo vi, y la verdad es que es un imprescindible. También exploramos el mercado Nishiki, conocido como la cocina de Kyoto, donde probamos diversos platos tradicionales.
Esa misma noche partimos hacia Hiroshima, donde pernoctamos en un hotel cápsula por vivir la experiencia. Es un poco agobiante, pero vale la pena probarlo si no tienes fobia a los espacios pequeños.
Día 10: Hiroshima y Miyajima
Hiroshima es una ciudad llena de historia y un símbolo de paz. Visitamos el Parque Memorial de la Paz y el Museo de la Bomba Atómica, que ofrecen una experiencia conmovedora y educativa. Desde Hiroshima, tomamos un ferry a Miyajima, una isla famosa por su santuario Itsukushima y su tori flotante. Tuvimos la suerte de ver y poder visitar el tori gigante con la marea baja y poder acercarnos hasta él.
Día 11: Tokyo
De regreso a Tokyo, dedicamos el día a explorar barrios emblemáticos como Shibuya, Shinjuku y Harajuku. Disfrutamos de la vista desde la Torre de Tokyo y probamos la comida callejera en los numerosos puestos y restaurantes de la ciudad.
Día 12: Matsumoto y Nagano
Desde Tokyo hicimos una excursión a Matsumoto para visitar su castillo, uno de los castillos originales mejor conservados de Japón. También conocido como "Karasu-jo" o "Castillo del Cuervo" debido a su exterior negro, es uno de los pocos castillos originales que quedan en Japón y nunca ha sido destruido por incendios o guerras. Construido a finales del siglo XVI, el castillo es famoso por su arquitectura única, con una estructura de seis pisos que combina fortalezas defensivas con un diseño estético. Su belleza histórica y su entorno pintoresco lo convierten en una visita imprescindible para los amantes de la historia y la cultura japonesa.
Días 13-17: Okinawa
Finalmente, volamos a Okinawa para disfrutar de sus hermosas playas y su cultura única. Okinawa tiene una atmósfera relajada y distinta del resto de Japón. Visitamos el castillo de Shuri, el acuario Churaumi y disfrutamos del esnórquel y buceo en las aguas cristalinas.
Mi recomendación es pasar una noche en la isla principal de Okinawa para ir a ver sobre todo el acuario, ya que es el que tiene el tanque de agua salada más grande del mundo, donde hay tiburones ballena. Y luego que elijas alguna de las islas menores para ir a pasar unos días de desconexión y playa. Nosotras elegimos Zamami.
Este viaje fue una experiencia increíble que combinó aventura, cultura y naturaleza. Si tienes la oportunidad de visitar Japón, te recomiendo seguir una ruta similar para aprovechar al máximo tu estancia en este fascinante país.