Cataluña

Los 10 pueblos con más encanto de Cataluña

Descubre los 10 pueblos con más encanto de Cataluña y porqué es imprescindible visitarlos si se tiene la oportunidad. Pueblos bellos, con historia y que invitan a ser paseados. Algunos al lado del mar y otros entre paisajes montañosos. Laia Cardona, YoViajar


Cataluña posee pueblos con mucho encanto. Por eso os voy ha hablar de los 10 pueblos imprescindibles para ser visitados de Cataluña. En este territorio convergen 3 tipos distintos de clima: el de montaña en los Pirineos, el continental y del mar Mediterráneo.

Es una zona que siempre ha sido de paso, ya que conecta de forma natural con Europa, y esto ha quedado impregnado en la forma de ser de la gente catalana. Son sociales, abiertos, alegres y hospitalarios con el viajero.

En sus ciudades y pueblos se mezclan personas de todas partes, creando una sociedad multicultural y abierta al mundo. Uno de los máximos exponentes es la ciudad de Barcelona, que año tras año está entre el TOP 10 de más visitadas del mundo.

Pero en este artículo, no os quiero hablar de las preciosas ciudades que hay, eso lo dejo para otro día, sino de los 10 pueblos con más encanto que hay en Cataluña.

Pueblos maravillosos, con encanto y mucha historia por detrás. Poblaciones que se pueden visitar si tener que invertir demasiado presupuesto, ya que en todas hay alojamientos y lugares donde comer a muy buen precio.

 

Los 10 pueblos más mágicos de Cataluña

En esta lista podrían estar varios pueblos. Pero me voy a basar en mi experiencia y en los 15 años que llevo viviendo en tierras catalanas, para comentaros cuáles son los 10 pueblos catalanes más bellos.

 

1# Calella de Palafrugell

Pueblo de pescadores que se esconde en la Costa Brava. Zona brava por sus aguas frías, pero bañadas por el sol cálido del Mediterráneo en verano. Este es para mí el pueblo más bonito de Cataluña, ya que sigue conservando su original encanto pesquero. Los bañistas se entremezclan con las barcas amarradas en la arena de las calitas que hay enfrente del pueblo.

 

Cadaques

 

Conserva su primera línea de mar con casas tradicionales pintadas de blanco, las calles empedradas y los caminos de ronda que te llevan a calas cercanas escondidas y vírgenes.

Aquí en verano puedes escuchar habaneras en la playa a la puesta de sol. Cada primer sábado de julio se celebra la Cantada de Havaneras de Calella de Palafrugell.

En especial, os recomiendo el restaurante que hay a pie de playa llamado Fiego. Paellas excelentes y pescado fresco de la zona. Se tiene que reservar con antelación si se quiere una mesa sobre la arena.

 

2# Besalú

Pueblo medieval de Cataluña situado en la Garrotxa (Girona) que conserva todo su encanto piedra a piedra. A nivel arquitectónico sorprende a cualquier visitante que lo ve por primera vez. Pasear por sus calles estrechas y adoquinadas te transporta a otras épocas en que la gente solo veía el mundo a través de su pueblo. Ya que era lo único que conocían.

Lo que más destaca es el extraordinario puente que tiene su origen a finales del siglo XI. El que se ve en la actualidad es un cúmulo de remodelaciones realizadas a lo largo de la historia. Pero no por eso, deja de ser uno de los puentes medievales más bellos de la península. Su principal característica es que no es recto y tiene un diseño angular para poder superar el trayecto del río Fluvià a su paso por Besalú.

La última vez que se tuvo que reconstruir el puente fue después de la Guerra Civil, ya que en 1939 se volaron dos arcos. Gracias a este puede, se considera este pueblo como uno de las más espectaculares de Cataluña.

La historia de Besalú tiene más de mil años y su origen se remonta a un burgo que se edificó alrededor de un castillo, el cual no ha llegado a nuestros días y se localizaba en lo alto de una pequeña colina.

A finales del siglo X, es cuando el condado de Besalú entra en su etapa de máximo esplendos con Bernat Tallaferro. Incluso llegó a ser sede episcopal. De esa época son importantes edificios de la población, como la Canóniga de Sant Miquel, el Monasterio de Sant Pere o el citado castillo.

Hasta el siglo XV, Besalú contó con una de las comunidades judías más importantes de Cataluña. De esa época nos quedan, por ejemplo, los baños rituales o Miqvé.

 

Besalu

 

3# Rupit

Rupit es un pueblo pequeñito catalán situado en la comarca de Osona, entre las montañas de Collsacabra i Guilleries.

El pueblo es totalmente peatonal y para poder llegar tienes que aparcar el coche en la entrada y cruzar un puente de madera, de estos móviles, que pasa por encima del río.  Esto es muy curioso y puede alegrar o atemorizar a algunos, dependiendo de el vértigo que se sufra o el amor a las alturas que se tenga.

Después de haber superado el puente, pasear por las calles de esta idílica población te cautiva el corazón.

Es muy recomendable acercarse al Salt de Sallent. Es uno de los saltos de agua más bonitos que se encuentran por la zona.

 

rupit

4# Cadaqués

Cadaqués es el pueblo de Cataluña más representativo de la Costa Brava, en la zona del Alt Empordà, y uno de los más idealizados por los catalanes. Mucha gente local te dirá que es el pueblo más bonito de Cataluña. Aunque Salvador Dalí lo tildó de “el pueblo más bonito del mundo”. Osadas palabras de boca de un grandilocuente artista de talla mundial, que convirtió Cadaqués en su residencia habitual.

Conserva todo su encanto pesquero y las casitas blancas en primera línea de mar. Sus calles son estrechas y están llenas de maceteros con flores. Las tiendas locales y de artesanía se entremezclan, dándole un aire cuativador al lugar. Entre bohemio y perdido en el tiempo.

Es recomendable pasar aquí unos días o hacer una escapada de fin de semana, ya que con un día no es suficiente.

También os recomiendo que si disponéis de transporte vayáis a ver el Monasterio de Sant Pere de Rodes, Port Lligat y todas las calas que hay por los senderos de costa (aquí se puede ir caminando).

 

Cadaques (1)

5# Tossa de Mar

Tossa de Mar es otro de los pueblos de la Costa Brava con más magia. Conserva a la perfección todo su núcleo antiguo medieval, envuelto por una muralla de torreones.

Actualmente, es un enclave turístico muy visitado y en sus calles aun se puede sentir el bagaje histórico de pueblo de pescadores.

Fue también refugio de artistas y pensadores, que dieron pie a su tradición de lugar de veraneo. Por todas las calles se pueden ver referencias literarias a ese pasado artístico. Es uno de los pueblos impresdincibles de Cataluña, no visitarlo sería un crimen.

 

Tossa de Mar

6# Castellfollit de la Roca

Sobre un enclave de piedra y a pie de un precipicio se encuentra el pueblo de Castellfollit de la Roca, en La Garrotxa.

Forma parte del Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa y está asentado sobre un riscal basáltico. Este riscal que pone en un lugar privilegiado al pueblo, es la consecuencia de la acción erosiva de los ríos Fluviá y Toronell sobre los restos volcánicos de hace miles de años.

El perfil de la iglesia se ve de forma espectacular desde abajo del pueblo y las casas parecen edificios flotantes en lo alto del acantilado.

Visitar el pueblo y callejearlo es muy recomendable, aunque es cierto que lo que más impresiona son sus vistas panorámicas desde la lejanía.

 

Castellfollit de la roca

7# Poblenou del Delte

Poblenou del Delte es uno de los pueblos representativos del Delte de l’Ebre. El Delte es una de las zonas todavía poco masificadas y más auténticas de Cataluña.

Aquí puedes encontrar tradición pura, tranquilidad, paz, poca masificación de turistas, campos de arroz y playas kilométricas de dunas de arena vírgenes.

 

Poblenou del Delte de lEbre

 

Espero que durante muchos años siga siendo así, porque me encanta veranear en esta zona de bellos pueblos catalanes. Justamente, por ser todavía una paraje agreste y lejano del mundo caótico en el que vivimos hoy en día.

Una de las mejores épocas para visitar el Delte es en septiembre, con la recogida del arroz. Cada pueblo lo celebra en una fecha diferente y suelen realizar una demostración de cómo se recogía antiguamente este cereal y luego una degustación de arroz popular.

Piérdete en sus playas y mira puestas de sol de ensueño en lugares casi desérticos.

 

8# Sitges

Sitges está a tan solo 40 minutos de Barcelona hacia el sur. Pequeña, blanca, llena de sol, auténtica, bulliciosa, símbolo de la comunidad gay, pueblo de artistas y pescadores, cuna del cine de terror, única, indescriptible. Ni mil palabras servirían para definir este pueblo único.

Desde mi punto de vista lo tiene todo este pueblo emblemático de Cataluña: desconexión y relax, pero también vida y alegría.

Sitges es famosa por varios festivales como el Festival de Cine de Terror que se celebra cada octubre y el Carnaval más movido de Catalunya que suele ser a mediados de febrero.

Pasar unos días allí es todo un lujo. El acceso es muy sencillo tanto en coche como en transporte público. Eso sí, se ha vuelto un lugar exclusivo y el alojamiento a buen precio es difícil de encontrar, más en época de grandes eventos o en verano.

 

Sitges

9# Empúries

Empúries representa el pasado histórico y más remoto de Cataluña. Es uno de los asentamientos griegos más importantes de la península y, a posteriori, se convirtió en una importante población romana que comerciaba con todo el Mediterráneo.

 

Empuries

 

Puedes visitar sus restos, muy bien conservados, mientras disfrutas de unas excelentes vistas del mar y en medio de un bosque de pinos.

Es muy recomendable hacer alguna de las visitas guiadas que organiza el centro de interpretación de Empúries. Las mejores son las que hacen al atardecer en verano, con degustación de vino, comida y música en vivo.

 

10# Cardona

No podría dejar pasar este pueblo medieval por su importancia histórica y la buena conservación de su castillo, donde se puede dormir porque es Parador Nacional.

El castillo fue construido en el el 886 por Wilfredo el Velloso, en estilo románico y, posteriormente, se incluyó el gótico. Tiene la Sala Dorada y la Sala del Entresols. Sus joyas más preciadas son la torre de la Minyona del siglo XI, que tiene 15 metros de altura y 10 metros de diámetro, y la iglesia románica de San Vicenç de Cardona.

Su historia nobiliara enaltece el pueblo. Durante el siglo XV, los duques de Cardona fueron la familia más poderosa de la Corona de Aragón, solo por detrás de la Casa Real. Sus miembros eran conocidos como “los reyes sin corona”. Tenían extensos territorios en toda la la corona de Aragón, Cataluña, Baleares y Valencia, y vínculos dinásticos con las casas reinantes de Castilla, Portugal, Sicilia y Nápoles. Al final, acabaron emparentando con la familia de Medinaceli, a la cual pertenece hoy en día el título.

A parte del castillo, uno de los lugares más recomendables para visitar de Cardona son las minas de sal que hay en el pueblo.

Espero que os sea muy beneficioso este artículo sobre los 10 pueblos más emblemáticos de Cataluña y que tengáis ganas de visitarlos en breve.

 

Cardona

 

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